Puestos a delirar, hagámoslo a lo grande. Nos acercamos al cúlmen de lo demente:en realidad Animal Crossing trata de un niño captado y adoctrinado por una secta.En Animal Crossing: Wild World empezamos en la parte de atrás de un taxi, sin memoria de nuestro pasado y con una extraña tortuga antropomórfica al volante. Casi casi como si nos hubieran drogado y metido a la fuerza. La tortuga, por cierto, se llama Kapp'n, sospechosamente parecido a un espíritu mitológico japonés que se dedica a secuestrar niños...
Al llegar al pueblo resulta que los habitantes ya nos tienen preparada una casa que básicamente es una cabaña con el suelo desnudo. Y lo primero que hacen es informarnos de que tenemos que trabajar para pagar nuestra deuda por habernos traído hasta el pueblo y darnos la casa. Al secuestro se añade la explotación infantil y la clásica táctica mafiosa de utilizar supuestas deudas como forma de coacción.
Cuando pagamos la deuda, los animales que viven en el pueblo rápidamente nos lían para que volvamos a endeudarnos y, oh qué pena, ahí estamos nosotros otra vez repitiendo las mismas tareas absurdas sin parar para lograr pagar una deuda que siempre está ahí de un modo u otro. Y ni siquiera podemos huir del pueblo, porque las puertas están cerradas... Esta teoría es obra de un periodista de Games Radar llamado Brett Elston. Aunque mucha gente sigue comentándolo entre bromas y veras, evidentemente el artículo original es satírico (esto... es satírico, ¿verdad, Brett? ¿Brett? ¿Hola?).
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